La naturaleza sorprende cada día con una flora fascinante, siendo uno de estos casos particulares el de la lamprocapnos spectabilis, una planta ornamental cuyas flores se asemejan a unos corazones sangrantes y que la hace tan especial y única, ideales para decorar cualquier patio o como parte de una celebración o festividad. A continuación, se mostrarán los aspectos generales de la planta y de su flor corazón sangrante, las condiciones óptimas para su cultivo y cómo se pueden reproducir, además de otros datos curiosos.
¿Por qué estas flores son conocidas como corazones sangrantes?
Estas flores son conocidas como corazones sangrantes porque sus pétalos exteriores de color rosa o magenta forman un corazón y su interior blanco cae hasta la parte inferior de la flor como si se tratara de una gota.
Esta flor con un corazón es producto de la planta rizomatosa perenne llamada lamprocapnos spectabilis, originaria del sur de Japón, norte de China, Corea y Siberia y, la cual, es la única especie del género Lamprocapnos. Además de conocerse popularmente como corazón sangrante, esta planta y sus flores con forma de corazón se denomina también como corazón de la Virgen, corazón de María, Dicentra y Fumaria.
¿Por qué los corazones sangrantes llegaron a Europa?
Los corazones sangrantes llegaron a Europa porque se logró la introducción de las primeras plantas provenientes de Japón hacia Inglaterra, con muestras tomadas en 1840 por el botánico y recolector de plantas escocés Robert Fortune.
Por lo general, es una planta de tamaño medio, llegando a una altura promedio de 60-80 cm de altura y lo mismo de ancho. Posee hojas compuestas con folíolos de tres en tres en tallos, y las flores corazón, su peculiar característica, brotan entre mediados de primavera hasta el comienzo del verano, logrando mantenerse hasta los principios del otoño. Éstas tienen un tamaño entre los 3 y 5 cm de largo.
Las flores en corazón, que aparecen suspendidas en tallos curvos y delgados, se forman gracias a sus pétalos exteriores, de color magenta o rosa para el área acorazonada y su interior blanco que parece descender de la flor como si se tratara de una gota. Así se producen los corazones sangrantes, planta utilizada como flor de corte para el día de San Valentín.
Aunque esta presentación es la más llamativa, existe una variedad de la planta llamada Alba, donde la flor del corazón es totalmente blanca y otra, Corazón de Oro, que produce flores amarillas. Por otro lado, hay otra variedad poco común de esta planta, de la cual brotan flores negras que, en México, resulta ideal para decorar la ambientación en vísperas del Día de Muertos que se celebra cada 31 de octubre.
Para disfrutar de estas bonitas flores, se necesitan de ciertas condiciones para el cultivo del corazón de María, planta que puede adaptarse sin problemas teniendo en consideración los siguientes aspectos:
En su entorno natural, la planta crece en terrenos húmedos y sombríos cercanos a los ríos, característica que hay que tener en cuenta al tenerla en casa, ya que necesita ser cultivada en espacios con sombra, con entrada parcial de luz solar y protegida del viento y del frío directo.
Lo ideal es que el suelo donde se siembre dicha planta sea fértil, poroso y húmedo, con acidez moderada y rico en materia orgánica y que, además, cuente con buen drenaje.
Su fertilización debe hacerse una vez cada 10 a 15 días durante el periodo de crecimiento de la planta.
El riego de esta planta debe ser moderado, dependiendo de factores como la época del año, temperatura ambiente, exposición solar y muchos otros; lo importante es mantener la tierra húmeda. En verano hay que seguir teniendo en consideración la humedad del suelo pero sin que haya acumulación de agua en torno a la planta.
En este caso se recomienda el uso de musgo y materia orgánica tanto para aligerar la tierra como para el aporte de nutrientes y la retención de humedad.
Para el correcto crecimiento y fortalecimiento de la planta, se aconseja cortar sus ramas más largas, ya que de este paso dependerá que la misma florezca de forma efectiva y constante.
Para la obtención y reproducción de la planta lamprocapnos, existen tres métodos, los cuales son:
Las semillas deben ser sembradas en fresco durante la primavera, después de aplicarle un tratamiento en frío que contribuye a la germinación de las mismas.
Este tratamiento se puede hacer en casa, sólo se debe colocar las semillas en el sustrato, envolverlas bien en una bolsa plástica y mantenerlas refrigeradas por un espacio entre seis a ocho semanas. Pasado este tiempo, se retiran del frío y se siembran.
Los esquejes de raíz de esta planta deben tomarse después de culminada la floración, procurando tener cuidado con la raíz por su fragilidad.
En cuanto a la división de la planta, lo recomendable es hacerlo en otoño o primavera.
Los corazones sangrantes que brotan de la planta lamprocapnos sirven para decorar cualquier jardín o el interior de la casa, debido a su tamaño moderado que permite que sea fácil su cuidado, siempre que se tengan en cuenta las condiciones descritas previamente. Además, hay que procurar manipular la planta con guantes, ya que la misma contiene alcaloides de isoquinolina que pueden llegar a irritar la piel de las personas, además de otros síntomas derivados de esta sustancia tóxica.