El Spirobranchus giganteus, también conocido como gusano árbol de Navidad, es un bioconstrustor por excelencia que es considerado como una de las especies más sedentarias y supervivientes del espacio marino. Con sus colores variados e intensos, se encarga de adornar los espacios poco profundos de los mares del Caribe y todo el mundo. A continuación, se presenta la información más relevante del gusano navideño y los datos más interesantes sobre su existencia.
El gusano árbol de Navidad (Spirobranchus giganteus), también conocido como plumero enano, es un invertebrado peculiar que hace vida en los mares tropicales de arrecifes coralinos. Obtienen su nombre por su parecido con los pinos de navidad
Esta especie de gusano anillado (Phylum Annelid), de la clase Polychaeta (Poliquetos) pertenece a la familia Serpulidae
Este gusano es conocido por ser constructor de tubos calcáreos dentro de las rocas, corales cerebro pétreos y porites, y las esponjas de mar. Utilizan su adherencia en estos organismos coloniales para esconder sus tubos y protegerse tan pronto sienten una leve alteración en la corriente marina.
Una de las características del anélido marino árbol de Navidad es que su cuerpo tiene diferentes colores, entre ellos el naranja, verde, azul, blanco y borgoña. Es por ello que, a pesar de que solo mide unos escasos 3,8 centímetros, es fácil de identificar gracias al despliegue de colores brillantes y a su belleza que adorna los arrecifes.
Los poliquetos del árbol de Navidad (sus cerdas), que son propias de los anélidos, forman parte de sus peculiaridades, puesto que no están distribuidas en una línea horizontal, sino en espirales.
También se conocen como radioles, tentáculos que sirven para respirar y alimentarse, los cuales están cubiertos de moco y ‘cilios’ similares a pelos.
Otra característica clave del gusano plumero es que en su diminuta cabeza presenta un único orificio y está destinado a la boca, la cual está adornada por una corona principal.
En todo su cuerpo tubular, las coronas espirales se acompañan con pequeños apéndices llamados chaeta que ayudan en la movilidad.
En esta sección se presentan datos clave sobre el gusano de árbol de Navidad, su hábitat y distribución geográfica.
El gusano de árbol de Navidad se entierra en arrecifes de coral calcáreos vivos, en aguas relativamente poco profundas. Se le puede observar desde los 30 a menos de 100 metros de profundidad.
En todo el mundo se pueden encontrar estos poliquetos marinos anélidos. La especie anélida S. giganteus está ampliamente distribuida en los mares tropicales y subtropicales, desde el océano Indico, hasta el Pacífico y el mar Caribe.
¿Por qué en la actualidad el gusano árbol de Navidad corre peligro?
En la actualidad, el gusano árbol de Navidad corre peligro porque el cambio climático y la acidificación de los océanos amenaza su hábitat natural.
Los gusanos plumeros marinos no se comportan de la misma forma que otros anélidos y tienen características claves con respecto a su alimentación y reproducción que marcan la diferencia con respecto a otras especies de su clase.
Su boca, el único orificio que tiene su cuerpo, está adornada con una corona tentacular que se mueve para capturar las partículas de alimento que se encuentran suspendidas en el agua.
El apéndice bucal no mide más de 5 cm y se abre para comer zooplancton, fitoplancton y partículas de detritus.
Las partículas se filtran por la boca para alimentar al gusano, es el mecanismo que se evidencia en los pólipos del coral. Con las cerdas del cuerpo también puede obtener los alimentos y respirar.
El gusano navideño, hembra y macho, se reproduce al lanzar sus óvulos y esperma en el agua.
Los huevos se fecundan el agua y en su proceso evolutivo se convierten en larvas, las cuales se posan sobre las cabezas del coral y se entierran en sus cuerpos para establecer su nuevo hogar.
El gusano de árbol de Navidad tiene una relación simbiótica mutua con el coral, puesto que el coral le proporciona seguridad, apoyo y protección, mientras que el S. giganteus mejora la circulación del agua y alimentación de su huésped.
Si bien se pueden observar varios gusanos del árbol de Navidad en la misma área, no viven en grupos cercanos o colonias.
Este gusano hace de los corales su “casa” para poder construir el tubo calcáreo que protege su cuerpo blando. El Spirobranchus giganteus es sedentario e incapaz de moverse, así que no se desplazan hacia otro lugar ni buscan otro coral que habitar.
El gusano árbol de Navidad es sensible a la luz, las sombras y el movimiento, es por ello que suele quedarse en un solo lugar. Sin embargo, tiene un mecanismo de defensa que se activa con la retracción de su cuerpo.
Gracias a una cerda modificada, llamada opérculo, puede utilizarla como tapón para sellar el tubo cuando se ha retraído para evitar que los depredadores (erizos de mar, peces, langostas y estrellas de mar) lo tiren fuera del coral.
Después, con sus ojos, que están ubicados en la base de los palpos, puede verificar que está fuera de peligro.
Es posible que a simple vista el Spirobanchus giganteus se confunda con una especie de erizo de mar y se crea que es peligroso para los humanos. No obstante, el gusano de árbol de Navidad no es una especie agresiva ni dañina.
Algunas de las curiosidades más increíbles del Spirobranchus giganteus son las siguientes:
¿Por qué el gusano árbol de Navidad puede ser una desventaja para los corales anfitriones?
El gusano árbol de Navidad puede ser una desventaja para los corales anfitriones porque, al construir sus tubos, socavan su integridad estructural y hace que se rompan con más facilidad. Además, cuando los gusanos mueren, dejan agujeros que puede retrasar e impedir la regeneración y sanación de los corales.
Sea que lo llamen gusano árbol de Navidad o Spirobranchus giganteus, este anélido colorido no solo deja en evidencia lo increíble que es el mundo marino y sus especies, sino que su existencia abre el camino para investigar algunos misterios como su sedentarismo y su obsesión por los corales cerebrales. Esta es una especie interesante y, a pesar de que está presente en los mares tropicales del mundo, aún queda mucho por descubrir sobre este bioconstructor del mar.