Al observar un dibujo del kakuy, lo primero que llama la atención es su plumaje, el mismo se confunden con las ramas de los árboles. En muchos lugares de Argentina lo denominan el pájaro fantasma porque detrás de sus cualidades físicas se esconde la leyenda del kakuy. La historia del kakuy habla de dos hermanos que no dejaban de pelear y uno de ellos tomó la decisión de dejar al otro atrás. Su llanto aún resuena en los bosques.
La leyenda del cacuy o urutaú ha despertado el interés de muchas personas en el mundo. Historiadores y especialistas en aves aseguran que el llanto del ave es parecido al de los humanos y esa es la razón por la que muchos creen que es real.
Los protagonistas de esta historia son dos hermanos de origen indígena huérfanos, cuyos nombres eran Sonko y Huasca. Después de la muerte de sus padres, Sonko asume la responsabilidad de cuidar a su hermana. Huasca queda a cargo de las labores de la casa y, en sus tiempos de ocio, pasea por el bosque.
El muchacho se caracterizó por su tranquilidad y afición al trabajo. La hermana, en cambio, era fría, se burlaba de él, era interesada y nunca mostró ni un poco de agradecimiento.
Los días transcurrían entre peleas. Sonko deseaba a diario que ella cambiara, ella quería que él la complaciera sin esperar nada a cambio.
El trasfondo de la leyenda del kakuy comienza un día soleado, en una época de verano. Sonko llegó después de una jornada larga de trabajo en el bosque y le pidió a su hermana que le preparara un poco de agua con miel. Huasca se molestó porque no quería hacerlo, pero igualmente ejecutó la acción.
Con un toque de maldad arrojó el agua sobre él y fingió que fue un accidente. Al día siguiente ocurrió un incidente similar aunque fue con la comida.
Tras acumular un sinfín de malas acciones por parte de su hermana, Sonko llegó a la conclusión que los sentimientos de ella no eran buenos, que tenía un corazón duro y nunca le agradecería su esfuerzo por más que él lo intentara. El corazón roto lo llevó a tomar una decisión desesperada.
Dejó la cabaña por unas horas para pensar y al poco tiempo regresó. Invitó a Huasca a buscar un poco de miel e insistió que se encontraba en uno de los árboles más altos del bosque. La convenció de subir hasta encontrar el panal perfecto.
En el momento que el muchacho observó que estaban en lo más alto del árbol. Él comenzó a descender y a cortar las ramas con el único propósito de que ella no pudiera bajar. Cuando tocó la tierra, miró hacia arriba y su hermana lo único que hacía era gritar.
Tomó su camino y no le importó el ruido de fondo. Ella gritó toda la noche, lo que se escuchaba era la frase “hermano mío”. Lo llamó tanto que su garganta se secó y su lengua se enmudeció. La leyenda cuenta que su cuerpo quedó consumido por el remordimiento y el sentimiento de haber actuado diferente.
Su forma humana desapareció y sus pies se convirtieron en poderosas garras. Su nariz se arqueó como sus uñas. Los brazos se transformaron en alas y su cuerpo se cubrió de plumas de un color parecido a los troncos de los árboles. Tuvo una metamorfosis, así como la que describió en alguna ocasión el escritor francés Mathias Malzieu en su libro “Metamorfosis en el cielo”.
Es así como el nombre de kakuy, cacuy o urutaú se le atribuye a su grito. En lengua quechua significa “hermano”.
¿Por qué el pájaro kakuy también es conocido como urutaú?
El pájaro kakuy es conocido como urutaú porque el primero es su nombre en lengua guaraní y el segundo quechua. En quechua es traducido como “hermano mío, muchacho mío”. Los quechuas creían que el llanto del pájaro es la representación del dolor de aquella dama.
Al escuchar el llanto es difícil imaginar que es el kakuy el que se lamenta. Las personas que lo han escuchado de cerca lo comparan con el llanto humano. Aún se desconoce el porqué del parecido y por ello, a lo largo de Argentina y otros países de Sudamérica, se cree que la leyenda es cierta.
En las imágenes del kakuy se observa que es un ave, cuyo color varía desde el gris hasta el marrón. Sus ojos son amarillos y muy llamativos. Es capaz de espantar a los individuos y animales que se encuentren a sus alrededores por su llanto, sus ojos y el aura de misterio que transmite.
¿Por qué en Argentina llanto del kakuy es considerado de mal augurio?
El llanto del kakuy es considerado de mal augurio porque se cree que cuando llora cerca de una casa ocurrirá una desgracia en un tiempo próximo. La creencia está muy presente en el noreste de Argentina.
Para comprender mejor la leyenda del kakuy es necesario escuchar su llanto, el cual aparece de fondo en el siguiente vídeo. Es un canto de lamento y es capaz de simular el sufrimiento humano como esa sensación de una vez tenerlo todo y dejarlo ir.
En el folclore argentino la leyenda del kakuy está muy arraigada. La historia deja una enseñanza importante sobre la hermandad y el agradecimiento. A los pequeños se les suele contar con la finalidad de crear mejores vínculos entre ellos.
En la música tradicional también está presente la leyenda del cacuy y hay una canción conocida como “Hermano kakuy” que habla sobre la génesis de la historia. Menciona, a grandes rasgos, la relación que mantuvieron los hermanos.
Los intérpretes de la canción son una agrupación folclórica de Argentina conocida como Los Manseros Santiagueños, aunque a lo largo de los años, otros artistas han cantado la pieza.
Tanto la leyenda del cacuy como el pájaro en sí forman parte del país. La historia ha pasado de una generación a otra y eso contribuye a que sea recordada a través del tiempo.
El pájaro fantasma tiene más características y no solo se limita a una historia. Su hábitat natural, su reproducción y su tamaño son datos interesantes que se deben conocer:
El kakuy habita los bosques y sabanas de América del sur y parte de Centroamérica. Su ruta comienza en Nicaragua y finaliza en Argentina.
¿Por qué el kakuy suele posarse en árboles que están secos?
El kakuy suele posarse en árboles que están secos porque le es más fácil mimetizarse, es decir, le sirve para camuflarse durante el día, que es el tiempo en el que duerme.
Durante todo un año, el kakuy solo pone un huevo y lo hace entre los meses de noviembre y diciembre. No hace nidos. El huevo, que es de color blanco con toques lilas y con manchas, es almacenado en un tronco hasta que llegue su momento de nacer.
El pájaro pariente más cercano que tiene es el chotacabras, un ave común en la fauna española.
El kakuy tiene una longitud aproximada de 33 centímetros y puede extenderse hasta los 38. Sus ojos son de color amarillo intenso y es lo único lo que permite diferenciarlo en los troncos en donde suele estar.
La leyenda del kakuy es reforzada por las características físicas del pájaro y, en particular, por su llanto. En Argentina, la historia del kakuy para algunos representa una moraleja y para otros, el tener al ave cerca es una señal de mal presagio. Dejando atrás las creencias de cada uno, lo que sí es seguro es que el kakuy es un ave especial y singular que merece la pena preservar.
Es una especie sedentaria, que habita en los bosques abiertos y sabanas de Centroamérica y Sudamérica, pone un solo huevo blanco liliáceo manchado, directamente en una depresión en una rama o tocón de un árbol. Este pájaro es pariente cercano de los atajacaminos o chotacabras (caprimúlgidos). Carece de las vibrisas o cerdas alrededor de la boca presentes en los caprimúlgidos. Tiene de 33 a 38 cm de largo total y es pálido grisáceo tirando al castaño, finamente rayado con negro. Tiene los ojos color naranja o amarillo, grandes. Es insectívoro nocturno; caza desde una percha o posición elevada. Pasa el día posado erguido en un tocón de árbol, con el cual se mimetiza como si fuera parte de él.
Ver comentarios
Nos pareció muy triste ❤️
Hola, mi nombre es Elizabeth Zuleta y lo acabo de ver en Tuluá, Valle del Cauca, Colombia.
Cumple con todas las características descritas, se le ve mucha tristeza