El SuperCroc fue el cocodrilo gigante prehistórico que perteneció al extinto género de los “crocodiliforme” que luego fue cambiado a “Sarcosuchus”. Se descubrió que habitó en dos puntos geográficos que hoy se conocen como África y América del sur. El tamaño del Sarcosuchus supera el del cocodrilo de agua salada que forma parte de la fauna acuática en el siglo XXI. Los registros indican que este ejemplar llegaba a pesar entre 8 y 10 toneladas, cuando completaba su desarrollo.
¿Por qué se le colocó el nombre “Sarcosuchus”?
Se le colocó el nombre “Sarcosuchus” porque así se hacía referencia a la verdadera naturaleza del animal. El nombre científico “Sarcosuchus”, proviene del griego “sarco”, que significa carne, y “suchus”, que significa cocodrilo. Esto se debe a que la disposición de la mandíbula indica que la dieta del SuperCroc no se basaba exclusivamente en comer peces. Este fue un depredador de otros gigantes que formaron parte de la fauna terrestre hace 110 años: los dinosaurios.
Su tamaño real era de 1,2 metros de alto y 11,6 metros de largo. Aunque existen registros que señalan que pudo haber alcanzado los 12,2 m. En este caso, se le compara con la longitud de un autobús urbano. Los primeros indicios de su existencia, datan de los hallazgos encontrados en el desierto del Sáhara entre 1940 a 1950. Estos consistían en dientes fosilizados y partes de su esqueleto, encontrados por el paleontólogo francés Albert-Félix de Lapparent, quien lo nombró el «cocodrilo de Aoulef».
Entre los años 1997 al 2000, el paleontólogo estadounidense Paul Sereno descubrió nuevas evidencias de este cocodrilo prehistórico, en Nigeria. Al menos una docena de nuevos ejemplares. Sin embargo, lo que hizo calcular el extraordinario tamaño del Sarcosuchus fueron unos con la mitad del esqueleto intacto y la mayor parte de la columna vertebral. De los demás, apenas sus cráneos incompletos.
Entre todas las criaturas temibles que vivieron la era de los dinosaurios, el Sarcosuchus llegó a ser una de ellas. Para tener una idea de cómo era el SuperCroc, basta con hacer la siguiente comparación. El cocodrilo de agua salada que convive con la humanidad actual, mide 6,3 metros de longitud y pesa hasta 1,3 toneladas (aproximadamente). El SuperCroc le supera de manera abismal.
En los restos obtenidos se logró evidenciar, gracias a los anillos de crecimiento de los osteodermos, que un ejemplar crecido en un 80%, seguía creciendo durante 50 o 60 años más. Sin embargo, a pesar de las dimensiones anatómicas alcanzadas, crecía a un ritmo rápido los primeros 10 años y luego seguía haciéndolo, pero de forma más lenta, como toda la especie.
El SuperCroc era un cocodrilo carnívoro con una gran sobremordida. Es decir, contaba con 132 dientes gruesos, en forma conoide o cónica. Esta disposición de la dentadura le ayudaba a sujetar a la presa de forma efectiva, como lo hacen los cocodrilos actuales. Sin embargo, existe la probabilidad de que la fuerza que ejercía en la mordida a sus presas, alcanzaba los 80 Kilonewton (kn) o 18.000 lbf (libra-fuerza).
Además, se comprobó que el cráneo del Sarcosuchus era tan grande como el de un humano en etapa adulta. Asimismo, el hocico ocupaba el 75% de la longitud de la cabeza, donde tenía una singular protuberancia muy parecida al “gharal” que desarrolla el gavial macho (Gavialis gangeticus). No obstante, esta característica estaba presente en ejemplares de ambos sexos. Sin embargo, hasta ahora se desconoce su utilidad. Algunos textos científicos sugieren que pudo ser para potenciar las capacidades olfativas o emitir algún sonido.
Existen dos características más del Sarcosuchus, que resultan realmente impresionantes. Primero, las placas óseas dispuestas a lo largo de su espalda, que reciben el nombre de osteodermos. Estas llegaban a medir 1 metro de largo, pero, aunque le servían de coraza, también limitaban su flexibilidad.
¿Por qué el Sarcosuchus tenía osteodermos en la superficie corporal de su espalda?
Los Sarcosuchus tenían osteodermos en la superficie corporal de su espalda porque les servían de coraza protectora, además, le ayudaban a captar calor y a distribuirlo por todo el cuerpo. Dado que los Sarcosuchus pasaban la mayor parte del día dentro del agua, esta adaptación les permitía mantener una temperatura corporal adecuada para mantenerse activos.
Segundo, la capacidad visual de este ejemplar. El SuperCroc tenía unas cuencas oculares dispuestas hacia arriba. Lo que le permitía al ojo girar y permitirle tener una mejor visión de las orillas, mientras se mantenía sumergido en el agua.
Las características morfológicas del Sarcosuchus (conocido también como “Sarcosuchus imperator”), indican que las presas podrían ser bastante significativas. La fortaleza de la mandíbula del SuperCroc y el agarre de los dientes, sugieren que cazaba grandes peces y hasta tortugas del Cretácico. Sin embargo, lo que llama poderosamente la atención, es que sus principales presas pudieron ser dinosaurios.
El Sarcosuchus se mantenía sumergido bajo el agua sin dejar de divisar la presa. Cuando se acercaba lo suficiente, se lanzaba sobre la misma. La disposición de la mandíbula le permitía atrapar, apretar y la fuerza corporal más el peso, le facilitaba arrastrarla al agua hasta ahogarla y luego la devoraba.
En este tema particular, el paleontólogo estadounidense Paul Sereno, explica que el tamaño del animal le permitía controlar enormes dinosaurios, como los saurópodos de cuello largo y cabeza pequeña. Esta especie era de las más abundantes en el continente africano para el período cretácico. Sin embargo, existen opiniones escépticas que indican que, por su parecido con el gharial moderno y falso gharial, lo más seguro es que SuperCroc fuera un gran piscívoro.
Sin embargo, las posiciones escépticas podrían tener razón cuando el Sarcosuchus se encuentra en su etapa más joven. Debido a que es en esta etapa en la que el hocico se asemeja a los ejemplares actuales de mandíbulas delgadas. Ya que, cuando estos son más maduros, esta parte tan importante de su anatomía, se expande y fortalece. Asimismo, la disposición de la dentadura lo aleja de ser un piscívoro. Debido a que los dientes no se entrelazan.
En definitiva, aunque en un principio se le confundió como un dinosaurio Sarcosuchus, el hallazgo de las partes esenciales del esqueleto hizo descubrir su verdadera identidad. El SuperCroc está considerado el cocodrilo más grande que ha existido sobre la faz de la tierra. Los cálculos sobre el tamaño real de esta criatura indican que un humano entero podría caber en su boca. La disposición de sus dientes y la fortaleza de la mandíbula le permitía cazar dinosaurios herbívoros y carnívoros.
¿Por qué se llegó a considerar que el SuperCroc era un dinosaurio?
Se llegó a considerar que el SuperCroc era un dinosaurio porque su tamaño coincidía con el de otras especies similares. Sin embargo, el resto de las características morfológicas demostrarían que no. Aunque ambos hayan sido reptiles y provengan del mismo árbol genealógico por ser descendientes de los arcosaurios.
Los estudios científicos revelan que el Sarcosuchus requería al menos 20 años para alcanzar su madurez sexual. Asimismo, requería 30 años para alcanzar su máximo tamaño. Además, se descubrió que el SuperCroc, generalmente, tenía que competir con el Spinosaurus por las presas.