Nuestros ojos son el medio de comunicación con el cerebro que ayuda a procesar todo lo que vemos a nuestro alrededor, desde la cosa más pequeña, hasta la más grande. ¿Por qué vemos los colores? La explicación guarda datos bastante interesantes… Saber por qué vemos el color rojo, el verde o el azul en la naturaleza resultará en una información que vale la pena compartir.
¿Por qué vemos los colores?
Vemos los colores porque nuestros ojos cuentan con una capa llamada retina, donde se encuentran los bastones y conos, que son células especializadas que convierten la luz en señales que se transmiten al cerebro y permiten procesar los colores de la naturaleza y de nuestro entorno.
¿Cómo y por qué vemos los colores?
En ocasiones parece surreal que nuestros ojos puedan percibir diferentes objetos de colores, comunicarse con el cerebro y luego asignarles un nombre que se quedará guardado en nuestra mente. No obstante, todo este proceso no viene por defecto en nuestra vista, sino que empieza de forma gradual en nuestros primeros meses de vida, donde empezamos viendo unos pocos colores.
Antes que nada, cuando estamos recién nacidos solo vemos el color negro, el blanco, el gris y el rojo porque es la capacidad que tiene el ojo para procesar las longitudes de ondas.
A medida que vamos creciendo, nuestros ojos se van desarrollando y, al llegar a los cinco o seis meses, pasamos de ver cuatro colores a ver todos los colores de nuestro entorno y de la naturaleza.
Más adelante, mientras seguimos desarrollando nuestros sentidos, comenzamos a cambiar la forma en cómo vemos los colores con diferentes percepciones, sensaciones y también le damos significados.
¿Por qué vemos el color?
Los colores existen naturalmente en la luz que rebota sobre los objetos y, para poder verlos, nuestros ojos se conectan con el cerebro a través del nervio óptico y forman un proceso visual que ocurre en una capa llamada retina, que se encuentra en la parte posterior del ojo, donde se ubican dos tipos de células fotorreceptoras: bastones y conos.
Estas células tienen el trabajo de convertir la luz en señales para que el cerebro las procese y podamos ver y asociar los colores.
Todo lo que procesa el sistema óptico humano se debe a que en la retina se ubica una estructura llamada mácula, la cual es responsable de la visión central y también es la zona más sensible del aparato visual.
Cuando la luz entra en nuestros ojos, los bastones interpretan la luz y la oscuridad (blanco y negro) y también registran la intensidad o cantidad de luz recibida, mientras que los conos procesan tres longitudes de onda diferentes que nuestro cerebro interpreta como color:
- Longitud de onda corta (células azules)
- Longitud de onda media (células verdes)
- Longitud de onda larga (células rojas)
Cada tipo de cono responde a diferentes longitudes de onda de luz y es por eso que cuando se activan diferentes combinaciones de conos, podemos ver el mundo en una amplia gama de colores.
Hay otros factores que influyen para que podamos ver el color, los cuales se describen a continuación:
Luces y longitudes
¿Cómo se forman los colores a través de nuestros ojos? Se forman gracias a luz (espectro visible) y a la sombra con la que se ilumina el objeto, pero el color dependerá de las longitudes de las ondas de luz, las cuales se observan en la siguiente imagen:
Cuando la luz del sol incide sobre un objeto, la superficie del objeto absorbe parte de la luz y refleja el resto. Por ejemplo, si la luz rebota sobre una manzana roja o verde, nuestros ojos verán esos colores.
Percepción
¿Por qué a veces vemos un color diferente? Porque vemos los colores según nuestra percepción de la realidad, la cual puede cambiar a lo largo del año cuando nuestro cerebro intenta igualar los niveles de colores que se presentan ante nuestra vista. Esto puede pasar cuando hay cambios de estación.
Nuestra visión puede adaptarse a la forma en que distinguimos los colores. De hecho, se ha demostrado que, en verano, el amarillo puede ser percibido con un tono más verdoso, mientras que en invierno puede tener tonalidades más rojizas o grisáceas.
Conexión emocional
Comprender porqué vemos el color puede tomar tiempo, puesto que también entra en juego la conexión emocional. Desde la niñez empezamos a relacionar lo que sentimos con el color que vemos y lo que este nos genera.
Existen personas que asocian el azul con la tristeza y a otros les genera serenidad, pero el primer caso es el que está relacionado con “sentirse azul”. Mientras tanto, el rojo puede detonar amor y pasión, el amarillo felicidad y el blanco representa la paz y tranquilidad.
¿Cómo se forman los colores en la naturaleza?
Ahora que hemos abordado el proceso de percepción y visión de los colores vale preguntarse cómo se crean los colores de la naturaleza, puesto que han estado presentes desde siempre. ¿A qué se debe que tenemos diferentes colores en el mundo? El color estructural y el pigmento son los protagonistas y los causantes de que la naturaleza tenga colores bonitos y vívidos.
Color estructural
De acuerdo al investigador Gregory Donald Edgecombe, del departamento de Ciencias de la Tierra en el Museo de Historia Natural de Londres, lo vibrante y colorido de la naturaleza que pueden percibir nuestros ojos, ocurre principalmente gracias al color estructural, el cual se produce “cuando la luz interactúa con estructuras microscópicas en las superficies».
En este caso, el color no se da por reflejo, sino por refracción. Sucede cuando la luz blanca se puede separar en los siete colores principales del arco iris pasan por una rejilla que separa los colores a medida que la luz pasa a través del objeto.
El color estructural es el que se observa en algunas plumas de aves, como el pavo real, en la superficie metálica de los escarabajos, en las alas de las mariposas, en algunas piedras preciosas, en CDs y en las manchas de aceite.
Pigmento
Los pigmentos son un conjunto de compuestos que tienen un color intenso y se pueden encontrar tanto en plantas como en animales. La variedad de colores es el resultado de las diferentes técnicas de absorción del color. De acuerdo a Edgecombe:
“Diferentes pigmentos absorben diferentes longitudes de onda de luz y reflejan otras longitudes de onda; esto afecta el color que estamos viendo”.
Los pigmentos se clasifican en orgánicos, que se encuentran en insectos, plantas y frutas, e inorgánicos, que provienen de materia geológica como el óxido de hierro, óxido de manganeso, la arcilla y las rocas.
Uno de los pigmentos orgánicos más conocidos es la clorofila, que está presente dentro de las células vegetales de todas las plantas verdes.
Después están otros pigmentos naturales que le dan el color a la naturaleza:
- Carotenoides: Color naranja, rojo, amarillo. Se encuentra en frutas y verduras como las zanahorias, tomates, pimientos y batatas.
- Antocianinas: Color rojo, azul, violeta y otros colores oscuros. Presente en tallos, hojas, raíces, frutos y flores.
- Flavonoides: Color blanco o con tonalidades amarillas. Se encuentra en limones, pomelos, naranjas, en algunas flores de color amarillo, pero también está presente en los puerros, lechugas y coles de Bruselas.
La explicación de por qué vemos los colores, para niños y adultos, siempre parecerá interesante, porque muestra la conexión de la naturaleza con la humanidad. Las razones detrás de por qué vemos el color se debe a todo un mecanismo del sistema humano radicado en nuestra vista, su comunicación con el cerebro a través del nervio óptico, la percepción de la luz y cómo esta se refleja y atraviesa los diferentes objetos.
